lunes, 17 de septiembre de 2007

CCC

La dilatada carrera deportiva de Carlos Ceferino Cerezuelo, CCC para los amigos, es de sobra conocida, pues pocos árbitros han pitado en la liga, la Copa del Generalísimo, la Copa del Rey, las olimpiadas y el mundialito. Un caso claramente vocacional, pues no más nacer ya le sacó al médico tarjeta amarilla por juego peligroso. En el patio del colegio se desgañitaba intentando poner orden en la batalla campal que se montaba todos los recreos en torno a la pelota. Dejada atrás la mocedad, vio claro que su destino era impartir justicia en el rectángulo de juego.

Para CCC el fútbol es un deporte viril, de contacto, jugado por hombres que se reconocen como tales en la lucha por la supremacía. Siempre fue condescendiente con las entradas fuertes, sobre todo por detrás, pues entendía que salpimentaban el juego. Su aplomo y seriedad infundían respeto hasta en los más navajeros centrales rioplatenses, que a un pitido suyo olvidaban su juego tobillero.

Después de unos años en categorías inferiores, dio el gran salto a la primera división, donde estuvo toda la década de los 70 y parte de los 80. Si repasamos las estadísticas, vemos que en las 25 veces que arbitró al Madrid, ganó en todas ellas, como corresponde a un equipo que siempre se ha bastado de sus recursos para triunfar. Casualmente, pitó 30 penaltis contra el Barça, lo que da una idea de lo marrulleros que son. Su debut internacional se produjo en el partido Liechestein San Marino, en el que tuvo que salir escoltado pues la hinchada local no encajó bien un penalti en contra en el minuto noventa. Desde aquella, Carlos Ceferino veranea en una coqueta villa de San Marino.

Después de una década larga de brillantes arbitrajes, llego el momento de colgar el pito, aunque no definitivamente, pues fue elegido instructor del colegio de árbitros, donde hoy comparte como árbitro emérito toda la sabiduría acumulada en patearse todos los campos del país.

Paralelamente a su tarea pedagógica, aprovechando sus contactos, creó La Tela Madrileña, empresa textil dedicada a la confección de atuendos deportivos para el equipo blanco, donde fabrican desde camisetas hasta salvaslips. Más tarde, diversificó su negocio con Pompas Fúnebres Pitido Final para ayudar en el doloroso tránsito a la otra vida, donde nadie está seguro de que el fútbol sea el deporte rey.

En lo periodístico, su profundo conocimiento de los entresijos de la liga, de los secretos de los grandes clubes y las penurias de los modestos, hacen de Cefe un líder de opinión, voz autorizada e independiente con el que desde hoy tenemos el gusto de contar en el staff de Repámpanos para que nos ilustre no solo de balompié, sino de balonmano, balonvolea, pelota mano y lo que se tercie, porque allí donde hay pelotas, allí está CCC.

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