CCC, árbitro emérito, analista deportivo en esta su revista, empresario textil y de pompas fúnebres, amplia su radio de acción con su nuevo proyecto, la locomoción católica.
Enterado que la compañía malaya Protón tiene intención de producir un automóvil respetuoso con los principios coránicos, como el que no meta mano en su fabricación ningún cerdo infiel, que su equipamiento lleve una brújula que apunte siempre a la Meca y que tenga compartimentos exclusivos para el Corán y la alfombra de rezos, Carlos Ceferino se ha puesto manos a la obra para dar réplica desde el mundo católico a este desafío automovilístico. Para ello cuenta con la ayuda del departamento de I+D del obispado de Mondoñedo, la sección de ingeniería de la COPE, amén de de la división de diseño de su empresa Pompas Fúnebres Pitido Final.
Para empezar, todos los materiales serán proveídos por empresas de acrisolada trayectoria en la defensa de la verdadera fe, solicitándose fes de bautismo de toda la junta directiva y certificados de asistencia a misa y ejercicios espirituales.
El Ecce Auto I, prototipo en el que están trabajando, aunará la alta tecnología en la mecánica, el confort en la conducción con la promoción de los mandamientos de la santa madre iglesia.
Tendrá un GPS que no apuntará a Roma, pues todos los caminos conducen a ella, sino a Santiago, Covadonga, Caravaca y el Pilar, columnas de la fe española. Dispondrá de las más efectivas medidas de seguridad, como son una genuina imitación en cada vehículo de un fragmento del brazo incorrupto de santa Teresa bajo el asiento del piloto, y de la rabadilla de San Pascual Bailón bajo el del copiloto, y déjense de airbag y demás zarandajas.
Perfecto acabado, con salpicadero de nogal imitando la sillería del coro de la catedral de Burgos, y tabernáculo para guardar la biblia de los setenta y el Beato de Liébana y poder consultarlos en los atascos camino de la misa dominical.
Otro modelo en fase de desarrollo es el Elohim Súper Sport, destinado al segmento juvenil, y que contará con unas exclusivas cortinillas traseras reproduciendo la sábana santa. Está ergonómicamente estudiado para impedir que en su interior anide el monstruo de las dos espaldas, que tanto mal hace a nuestros hijos. Contará con la última sacro high-tech: el confesor automático, para que puedas purgar tus pecados según los vas cometiendo. “Te has saltado un stop, reza cinco padrenuestros, has pisado la línea continua, tres salves y dos credos”. Este dispositivo, hasta ahora solo operativo en el papamóvil, al alcance de nuestros jóvenes cristianos, para que en caso de que acaben estampados en una noche de pecado, vayan directamente al paraíso, sin la engorrosa burocracia del purgatorio.
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