Miranda!

Quien dijo que de Argentina solo salen músicas ciclotímicas, existencialmente plúmbeas y grises. No señor, aquí están Miranda! para demostrar que el desmadre y el despendole también funcionan en el cono sur. Seis años histéricos arrasando en la escena dance, volviendo locas masas adolescentes con temas de culebrón, electro pop con glamour frente al rock garrulo porteño, mezclando Pimpinela con Fredy Mercuri, haciendo melodramas poptimistas y con una imagen de caerse de culo.

Divertidos, desinhibidos, locos, vienen a hacer disfrutar a la gente con su música, nada de mensajes mesiánicos. Conscientes de que el buen pop, como la vida misma, es efímero, se lanzan a tumba abierta al exceso en todos los órdenes: qué grupo conocen formado por un hombre gato sacado de algún tebeo DC, una camarera patinadora de los cincuenta, un dorado piloto de coches y un presentador de circo de rompe y rasga, cantando teatralmente amores desesperados con voces ampulosas embasadas en canciones irresistiblemente bailonas.

Su tercer trabajo El disco de tu vida te atrapa desde su primer corte, Prisionero, apabullante, excesivo y peripatético. Le sigue Perfecta, con Julieta Venegas, una cumbia loca con video petardo-bucólico, buena sintonía de algún culebrón de quinientos capítulos. Déjame, vivo gracias a un pequeño sueño que me coronó como su dueño, amores fugaces para reventar pistas de baile. Hasta hoy, himno amanerado propio de unos Pimpinela puestos de Jumilla, y para finalizar Voces, balada etérea ideal para recuperarse los días de resaca. Disco lleno de momentos brillantes, de belleza ambigua, directo al corazón.

Ya saben, guarden sus prejuicios en el armario, saquen a la loca que llevan dentro y bailen hasta el amanecer con Miranda!, que son dos días