Si es usted eyaculador precoz, follarse a un erizo no le va a solventar el problema, y puede que se convierta en el hazmerreir de todo bicho viviente en kilómetros a la redonda. El serbio Zoran Nikolovic, agobiado porque sus encuentros sexuales duraban menos que un billete de 500 euros a la puerta del Congreso y apurado por el qué dirán, decidió probar suerte con la medicina alternativa. Dio con un curandero que le garantizó pronta solución a sus problemas, a base de medicina de erizo. Debía conocer bíblicamente al bicho como gimnasia para aprender a contenerse. Así que el bueno de Zoran se fue a por un erizo, se la metió, y la saco hecha unos zorros, tal que tuvo que ser operado para poder reconstruirle el miembro. Las risas procedentes del quirófano mientras le remendaban se debían oír por todo el hospital.
Así mismo, han informado que el erizo no ha sufrido lesiones de importancia, pero no se descarta que el pobre pida una orden de alejamiento. Las secuelas síquicas están por determinar. La principal preocupación de Zoran es lo que pueda pensar su novia. Vale que tu chico te engañe con otra o con otro, hasta se puede ser comprensiva con un rollete con una cabra, pero estas espinosas aventuras ya son más difíciles de aceptar.
Le recomendamos que consulte con Sting para que le de la receta del sexo tántrico, con el que presume de hacer el amor durante horas, aunque casi es mejor volver a intentarlo con su irritante amigo que aguantar el rasposo ronroneo de ese juglar de pacotilla.
2 comentarios:
Ja.
Le recomiendo que vea "¿Quién dice que es fácil?", de Juan Taratuto.
La terapia aplicada en la película para la eyaculación precoz no tiene desperdicio.
Respecto al erizo, hay mucho despechado por el mundo.
A sus pies.
Desde luego, la señora de la limpieza con guantes de goma es mejor opción que el erizo, y con menos efectos secundarios
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