Los parias alemanes lo tienen más difícil para dormir bajo techo. Hasta ahora se acogían al abrigo de las estaciones de tren, y entre los pañuelos de las despedidas, los abrazos de los encuentros y el poder de las grandes locomotoras hallar algo de calor del hogar perdido. Pero las autoridades veían con malos ojos tanta concentración de gentes de dudosa reputación y han tomados medidas de choque. En una clara violación del más básico de los derechos humanos, como es el de poder dormir a pierna suelta sin ser molestado, bombardean a los pobres indigentes con música de Mozart, Beethoven o Puccini a todo trapo para que sus nervios descarrilen y tomen las de Villadiego. Refinada tortura digna de un temperamento frio y calculador como el teutón. Si persisten en pernoctar, puede que no descarten sacar la artillería pesada: la tormenta de verano de Vivaldi, los cañonazos de la Obertura 1812 de Tchaikovski o todas las Valkirias wagnerianas a trote tendido para que barran la morralla de los andenes, no sea que las personas decentes no puedan transitar a gusto por ellos.
Si creen que la compañía ferroviaria alemana no tiene caridad para con el prójimo caído, prepárense que la Renfe no se queda atrás. Fuentes generalmente bien informadas nos comentan que llevan un tiempo probando en la estación de Monforte un arma para la desbandada masiva de indigentes. La Renfe no templa gaitas con vagos y maleantes. Van a sufrir un bombardeo intensivo con el video que acompaña a esta nota, jalón insuperable del pop ferroviario, con un Andrés do Barro a tumba abierta por a veira do Niño. Si ni con estas consiguieran darles boleto a los sin billete se echará mano de la solución final: el disco de Amaya Montero y ya verán como abandonan lecho y techo y se van bajo un puente a pecho descubierto, que más vale encararse con los elementos que con los cánticos de esta elementa.
domingo, 23 de noviembre de 2008
Mentes de vía estrecha
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
La diferencia de nivel cultural con los alemanes es sorprendente. Ellos no pueden dormir con la música que a mi no me permite mantenerme despierto.
Vamos, que te echarías unas siestas de pijama y orinal con este nuevo hilo musical
Publicar un comentario