De grandes cenas están los cementerios llenos, y las huchas vacías. De darse el festín en estas fechas de crisis más vale apretarse el cinturón antes de sentarse a la mesa que soltárselo al levantarse y después pasar un mes a huevos pasados por agua. Hoy les ofrecemos un menú frugal para su estómago y ligero para su bolsillo, cocina de autor, fantasía en la presentación, vanguardia en la conjunción de texturas, sublime deconstrucción de los frutos de la mar, todo por cuatro perras.
Empezamos con unas nécoras a base de salchichón, yema de huevo y aceitunas, rompedora propuesta con la que abrir boca.
Sobre una base de pan junto al socorrido salchichón y chóped, aquí tenemos una langosta postmoderna que decora cual una de verdad y con menos ácido úrico.
Y para finalizar los entrantes, vieiras a lo pobre, todo el sabor de la mar con un melocotón y un puñado de arroz.
Tras estas delicatesen, llega el momento de la cocina internacional con una soupe en sachet a la que añadiremos unos menudillos de pollo para darle un toque racial.
De plato estrella, melón relleno de panceta. La elipsis vegetal conteniendo toda la energía de uno de los reyes de la creación. Receta con carácter, abstenerse tiquismiquis.
Y de postre, además de turrones, falafel garrapiñado, sentido homenaje a la cocina étnica y a la alianza de civilizaciones de ZP.
No olviden que no solo se trata de llenar el buche, sino de confraternizar con el prójimo, ya sea de la familia o sobrevenido, deshacerse en buenos deseos, brindar por la paz mundial, la concordia universal, cantar lo de los peces en el río y la misa del gallo, y no morir en el empeño. ¡Ánimo a todos!
2 comentarios:
El melón relleno de panceta lo tendré que probar por principios(ya me está doliendo el corazón jejeje).
Me he estado leyendo algunos artículos de tu blog y me he partido la caja, te voy a añadir al blogroll tronco sigue chafardeandooo.
Es que no hay nada mejor como el humor pancetero.
Yo también voy a engalanar mi blogroll con una jugosa tajada de panceta.
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