División de opiniones en el planeta taurino, los del tendido de sol pidiendo la vuelta al ruedo de Fran Rivera tras recibir la medalla de las Bellas Artes, y los de sombra la oreja del ministro de cultura. Se ha montado la tremolina entre el respetable al que no le gusta como templa y manda Rivera, y han salido al quite voces autorizadas para aclarar las cosas.
El veterano Paco Camino y José Tomás, a cuerpo gentil, han devuelto sus respectivas medallas que en años anteriores habían recibido. José Tomás, genio impávido en la estela Manolete, de los de yo me quedo quieto y el toro si quiere pasar que pase, junto con su compadre Camino, ha querido propinar estos muletazos de castigo a César Antonio Molina por ponerse el mundo por montera y confundir lo que hace Fran en el albero con el arte de Cúchares. Morante de la Puebla, toreando por derecho, no alivia la suerte al afirmar que toda la profesión se ha quedado haciendo el Don Tancredo ante el regalo del ministro.
En el tendido de sol tenemos a Ortega Cano, el torero-bailarín, conocido como el yoyó por las veces que se ha retirado y reaparecido, casi siempre para peor. Preguntado por el asunto, gustándose mientras miraba al tendido, se despacha con que Fran es muy majo y se lo merece, que con ponerse delante de un toro, aunque sea de través, ya vale.
Fran Rivera se crece en el castigo y repite ante el engaño por defender su medalla diciendo que los que le critican son de los que saltan la barrera y pegan la espantá de la envidia que tienen, y que no piensa compartir cártel con ellos ni aunque se vistan de catafalco y oro. Suponemos que con tal amenaza a algún aludido se le habrán fundido de golpe todas las luces del traje.
En Repámpanos hemos querido ahondar en el misterio de la tauromaquia e ir a la fuente de toda sabiduría: el morlaco, que al fin es el que tiene que padecer a los toreadores. Contactamos primero con Horchatero, cárdeno astifino de la ganadería Torrestrella, que comenta que torero valiente torea de frente, y a éste ni de salón se le ha visto de tal guisa. El corniveleto Balarrasa, nuestro contacto en el hierro de Ventorrillo, cree que por este señorito andaluz solo tienen querencia la duquesa de Alba y otras de la ralea de la mantilla y la peineta, y que sus principales corridas las ha dado fuera de los ruedos. Deshollinador, Mihura bragao meano, pregunta que cual es el arte de este diestro que solo hace el paseíllo en plazas de segunda y tercera, que en las de primera ni de monosabio le llaman.
A nosotros no nos resta más que, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, rogarle a Fran Rivera que haga valer su trofeo y nos regale alguna faena memorable, o tan siquiera una verónica de ensueño, pero mucho nos tememos que nuestro deseo va a quedar como el toro burlado, como el toro.
5 comentarios:
OK
Yo odio la tauromaquia a Jordi Gonzalez (no viene a cuento pero lo odio) pero se distinguir entre quien se juega la vida en cada quite y el que pasea paquetillo para ver si se encaloma alguna noblesa y el tio este es una ful XD.
Mejor hubiera sido que le nombraran caballero de la bragueta
Se me había pasado esta joya de la crítica taurina. Y no sólo a mí, en telecinco no encontré ninguna de estas valiosas opiniones.
Es que los de Telahinco confunden las corridas con el intercambio de parejas y los encierros con Gran Hermano
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