Si aún existe hoy la estampa de caballero español de gesto adusto, sobrio, impasible ante los vaivenes de la fortuna, de firmes convicciones, se debe en gran parte a las idas y venidas de Cachuli, Julián Muñoz en los juzgados. Fruta madura de una sociedad en la que el trabajo y el esfuerzo son premiados con el ascenso social, hizo suyo el sueño de todo hijo de vecino, ser tratado de Su Excelencia y emparentar con una grande de España.
Nacido en el alto llano abulense donde cualquier niño mama la hidalguía desde el parvulario, este hijo de nadie, con tesón y dedicación, llegó a ser uno de los brazos ejecutores del GIL, contubernio político-inmobiliario bajo el cual el filántropo de Jesús Tal y Tal tenía planeado alicatar toda la costa del sol y acuchillar el estrecho. El acoso al que fue sometido don Jesús hizo que Cachuli llegara a primer edil de Marbella, realizando una operación de limpieza que dejó las arcas municipales como los chorros del oro, y no para beneficio propio sino como una redefinición de prioridades presupuestarias que casualmente coincidían con sus necesidades. En la cumbre de su poder dejó mujer e hijos en el hotel Guadalpín y se echó por el camino del Rocío de la mano de Isabel Pantoja, ex viuda de España, reina de la copla, a la que no le importaba ese look preconstitucional que gasta Cachuli, como de gobernador civil asistiendo a un alarde de la sección sindical.
“Pero que aprisa en este mundo triste todas las cosas van” decía Rosalía, y así los días de vino y rosas pronto tornaron rancho carcelero y visita bis a bis. La envidia, ese deporte nacional, cayó sobre él vestida con ropajes leguleyos haciendo que todas sus recalificaciones se vinieran abajo como castillo de naipes. Atrapado en el embrollo del ladrillo acabó entre cuatro paredes en una urbanización a pensión completa gentileza del ministerio del interior.
Dos años y pico con su hombre a la sombra son dura prueba para una enamorada y aunque la Panto tiene un corazón que no le coge en el pecho, dicen que la distancia es el olvido y más con verjas de por medio. Nuestra tonadillera dejó solo en su caída a Cachuli, desde el Hola dio la noticia urbi et orbe de que se acabó, de que ahora ya su mundo es otro y que no hay sitio para convictos. Los labios se volvieron espadas, aquellos polvos del Rocío han traído estos lodos de la casa de la Pera, y Julián sufre en silencio los desaires de aquella por la que bebía los vientos.
Y hoy, soltero y solo en la vida, vuelve Cachuli como el fénix a empezar de cero. Vetado en la universidad donde iba a dar una conferencia magistral sobre corrupción, trabaja de relaciones públicas en un restaurante, gremio donde veló sus primeras armas.
Habrán visto que por muy mal dadas que le hayan venido siempre se ha enfrentado a las adversidades a pecho descubierto, y aparte de alguna leve taquicardia, nada ha hecho flaquear su empeño ni nadie ha oído una queja hacía la ingrata que le dio la espalda o hacía los que a la sombra le pusieron. Triste patria la que arrumba en una esquina a sus mejores hijos, capaces de crear riqueza y repartirla en bolsas de basura. Triste destino el nuestro cuando nos alegramos de la caída de este español que se viste por los pies y se pone el cinto bajo el sobaquillo. Pero qué ejemplo para el porvenir el de este hombre que bebe de la mismas fuentes que Séneca y Fray Luis, un estoico al que le gusta recordarle a su fiel Fosky cuando van en su cuatro por cuatro a comprar el periódico que en esta vida vanitas vanitatis et omnis vanitatis.
7 comentarios:
Sin duda este tio representa al 90% de los españoles, porque seamos sensatos si tu eres camarero y te dicen que si quieres ser alcalde te haces alcalde que cojones. Mientras todos estubieron chupando del tarro nadie dijo nada, le faltó un ejercito de matones kosovares pero fue un buen intento XD.
Excelente crónica de un patético personaje que, como ha quedado demostrado, ha distraído miles de millones del dinero de todos nosotros (Marbella recibió, durante su mandanto, una ingente cantidad de subvenciones de todas las Administraciones Públicas).
A parte de causarme repugnancia que semejante ladrón ocupe espacios televisivos previo pago y conceda sustanciosas exclusivas en prensa, me indigna mucho más la aplicación de la legislación penal y penitenciaria de que ha sido objeto este energúmeno: Con más de cien delitos a sus espaldas no se encuentra en prisión, vive com un general en una casa que no es suya y no le faltan compinches que le dan trabajo. ¿Cómo es posible que los abogados del bigotes puedan negociar tan caritativos acuerdos? No es de extrañar que le llamaran para dar conferencias sobre corrupción. Miles de presos en España estarían encantados de que Julianillo les explicara cómo eludir sus castigos.
Tengo la impresión que ni el bigote que lleva es suyo. Alguien lo estará buscando por ahí.
@ Kalifer
Es sin duda su vocación de servicio lo que le llevó de camarero a alcalde, nunca su interés personal.
@ Daemonicus:
Creo que va a montar una academia para dar cursos por correspondencia sobre como recalificar terrenos, cobrar comisiones, vaciar arcas municipales y lo más importante, como colocarse el cinto, para que todo canalla pueda medrar como él.
El mostacho es estilo jerarca franquista y desgraciadamente abunda mucho todavía.
Maldito bigotudo mamón!!!
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