Le dije por el portero automático:
-Deja la puerta entreabierta, quítate las bragas y espérame a cuatro patas en el sofá.
-Vale.
Por fin había encontrado una chica que me comprendía. Nunca he sido una persona muy especulativa, y mucho menos a la hora de follar. Esto de los juegos florales en la cama no son para mí, sobre todo cuando voy muy caliente. Y Pili era una chica que sabía esperar. En nuestros encuentros, el primer asalto me tocaba a mí, así que le echaba un buen polvo conejero, rápido y salvaje. Después, ya más tranquilo, le hacía la típica faena que le va a las tías, más pausado y tal. Pero el primer polvo era a mi manera, y ese día iba tan salido que ya desde el portal le fui diciendo que se fuera colocando que subía a por ella como un cohete.
Bueno, no exactamente como un cohete, porque vivía en un octavo y el ascensor era viejo y lento. En la espera me pude regodear en la escena de Pili como un perrito en el sofá esperando que saltara sobre ella. Mientras iba subiendo el ascensor aumentaba mi erección. Al llegar al octavo creía que iba a entrar en órbita, solo mi entrepierna atendía a razones. En el descansillo vi la puerta abierta y empecé a soltarme la bragueta. Mi miembro, como varita de zahorí, iba marcando el camino hacia Pili.
Ciego y sordo por el deseo, nada raro noté cuando entré en el piso. Cerré la puerta con suavidad, no quería que se diera cuenta de mi presencia hasta que no la tuviera dentro. A la izquierda estaba el pasillo, la sala a la derecha. Por la puerta con cristalera solo se veía la tele apagada y un cuadro de Kandinsky, pero a la derecha estaba el sofá y allí mi bella Pili ofreciéndome sus encantos de par en par. Y yo ya con la polla fuera y la mano en el picaporte, tomé aire y me dije: entro a saco y sin mediar palabra se la meto hasta los higadillos.
Y eso hice. Abrí de pronto y cuando me iba a abalanzar sobre el sofá me encuentro en mitad de la sala a una vieja rajando con Pili. Ésta, sentada en el sofá abrazando un cojín sobre el regazo y las faldas hechas un lío, toda colorada intentaba seguirle el rollo a la que parecía ser su vecina. La entrometida había aprovechado la puerta abierta para colarse en la casa de mi amorcito a contarle la última reunión de la comunidad, y a cuanto iba a salir la derrama del tejado, y el del cuarto que le quiere dar la obra a su cuñado, pero ya le hemos dicho que nanay, que hay que pedir más presupuestos que esto sale un pico y no vamos a andar regalando el dinero con lo que cuesta ganarlo. Mientras Pili asentía intentaba con el pie meter las bragas debajo del sofá. Yo tuve la suerte de que la vieja tardara un segundo en percatarse de mi feroz entrada, y mientras se giraba a ver quién iba me dio tiempo de ponerme de costadillo para meter el pájaro en su jaula, saludar hola qué tal y salir pitando para el pasillo.
Yo que iba pensando en poner en situación horizontal a mi chica y me doy de bruces con la propiedad vertical. Si esta concienciada vecina se llega a percatar de mi entrada con la polla a la remanguillé me derrama aceite hirviendo o le pide presupuesto al cuñado del del cuarto para hacerme una castración química.
Media hora tardó en poner a Pili al corriente, mientras yo hacía sudokus en la cocina, una vez que con el susto mi lívido había emigrado al cono sur. Tras el interludio administrativo, reconvine a Pili, que dejar de asistir a las reuniones de vecinos puede ser causa de muchos disgustos. Pero como no hay mal que cien años dure, al final pude perdonar a la irresponsable copropietaria y llevármela a la cama. Eso sí, el polvo conejero con el que esperaba abrir plaza quedo en uno de esos largos y retozones. Que me estoy haciendo viejo.
8 comentarios:
No me gustaría vivir esta situación, o aquella otra en la que entra el marido y te tienes que salir en el balcón o meterte en el armario. En todo caso, habría sido preferible torturar a la vecina, violarla y después, hacérselo a la Pili.
Sosomizar a la vecina sería una buena solución para que no volviese... claro que a lo mejor volvía.
@ Daemonicus:
Menuda es la Pili para que le vaya salpicando sangre por la moqueta.
@ Paseante:
No sé si Mister Natural aprobaría esta opción, máxime cuando la vieja estaba como la mojama y tanto a él como a mí nos van las jamonas.
Sí señor, otra de mis preferidas de Buddy. También tiene coña, encontrar a uno que le guste al mismo tiempo Crumb y Holly.
Gracias por la visita. Seguiremos informando.
@ Caminante:
Si que la tiene, que los pobres no son ídolos de masas, ni falta que hace.
Y no conozco a ninguna Pili de la que no supondría precisamente otra cosa que es un asargento-semana.
Es que la Pili es mucha Pili
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