lunes, 26 de abril de 2010

La insoportable ebriedad del ser


El pasado enero un furgón fúnebre a tumba abierta era  detenido por la guardia civil en una de esas carreteras de dios. Dentro, un  finado, de cúbito supino, y el conductor, como una cuba. El muerto tuvo el antojo de espirar  en Barcelona en vez de en su Orense natal, y el agente de pompas fúnebres encargado de su traslado, casualmente a la altura de La Rioja, sobrepasaba el índice de alcoholemia, el límite de velocidad y la paciencia de la benemérita.
Pero más allá de la anécdota queremos pararnos en el símil perfecto que supone esta noticia. Esta vida perra es difícil de sobrellevar, a no ser muerto o borracho. Nacemos desnudos, vivimos abrazados a cuatro ilusiones vanas, y morimos solos. Vamos soñando en el golpe de suerte que  diluya  el cielo gris que nos acogota, en enamorar a algún miembro de la familia real monegasca que nos saque de la mugre, o que al menos nuestro equipo se clasifique para la UEFA. Pero todo eso no son más que sinsabores, las azadas que cavan en nuestro vivir el hoyo al que iremos a parar, el mejor lugar para ver la vida pasar sin grandes trabajos. Y los que todavía no tenemos entrada en ese palco privilegiado tiramos palante a base de bebidas espiritosas, que levantan el ánimo a puro pulso si hace falta. Por eso, para tener buen tino y  hacer esta jornada sin errar lo mejor es estar sumergido. Aunque siempre estará la guardia civil caminera, brazo armado de la más cenicienta realidad, para poner coto a tales desmanes, que ya se sabe que los borrachos siempre dicen la verdad, y los muertos dan la callada por respuesta, dos posturas que ponen muy  nerviosa a la autoridad. Pero muertos o borrachos siempre estaremos sobrevolando esas minucias cotidianas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te ha quedado muy reflexiva esta entrada, muy filosófica. La verdad es que, visto así, efectivamente: lo mejor es andar cocidos todo el día. Total, para lo que hay que ver...
Al pan, pan y al vino como locos, que decían los castizos.

Chafardero dijo...

Es el resacón del domingo, que le pone a uno trascendente

Kalifer dijo...

Los panceteros lo resumimos en: "Cualquiera va a trabajar estando sobrio".

Chafardero dijo...

Talmente de acuerdo