Nuestra playmate de hoy es ni más ni menos que la sanguinaria pirata Tanga Roja, en una de las pocas fotografías que se le han podido hacer sin perecer en el intento. La leyenda de crueldad sin límites e infinita sed de sexo es a todas luces insuficiente para explicar todas sus andanzas y tropelías por los siete mares. Cualquier navío que caía en sus garras, fuera de la bandera que fuera, era salvajemente desvalijado, y nuestra cruel bucanera se pasaba por la piedra a toda la tripulación antes de pasarla por la quilla. La luna en el mar rielaba mientras en la popa gemía Tanga Roja, y los pobres desgraciados hacían cola ante su puerta. Pocos han sobrevivido a tal horror. Cuentan que el capitán del galeón Santa María Barragana, don Inocencio Vergara, paso seis meses encerrado en la alcoba de este demonio, y que tras conseguir huir, acabo sus días como cartujo haciendo albardas para rucios.
Aquí la vemos a punto de saltar al abordaje a pecho descubierto de un ferry holandés repleto de jubilados. Que nuestro señor tenga piedad de sus almas.
8 comentarios:
Peligro tiene, no cabe duda. Ahora, como tanga es poco sugerente. En cualquier caso, es de desear que a los pobres jubilados los pille con los medicamentos a mano, porque si no...
Desde que utilizó a su estilista como cebo para tiburones anda un poco descolgada de las últimas tendencias, pero aún así es igual de peligrosa.
Tiene las nalgas asimétricas?
Es una marinera de agua dulce, si fuese una buena pirata tendría palominos y no se aprecian, aunque lo mismo se ha lavado el culo en la orilla como cada seis meses XD
No tiene pinta de pirata en absoluto. No le veo el parecido con Díaz Ferrán para nada.
@ Josep:
puede que alguna sea de madera.
@ Kalifer:
Los lleva limpios porque pasa mas tiempo con ellos quitados que otra cosa.
@ Noveldaytantos:
Nuestra pirata es sanginaria, pero todavía no ha llegado a los extremos de Díaz Ferrán
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