Por si
no siguen la actualidad minuto a minuto, les informamos que el apartheid en Sudáfrica
lleva tiempo sin vigor. La minoría blanca cedió el poder a la mayoría negra,
aunque los pobres y los ricos siguieron siendo los mismos. De ser la vergüenza de
la humanidad pasaron a ser un respetable miembro más en el concierto de las
naciones. El antaño sedicioso Nelson Mandela brilla en su papel de patriarca de
camisas multicolores, y la forofada de la roja mira a ese lejano país con
lágrimas en los ojos.
Un
nuevo estudio, tan científico como bizarro, viene a insistir en que las
antiguas barreras han desaparecido por completo. Parece que las preferencias de
los hombres en la punta sur del continente, sean cafres o caucásicos, negros o
blancos, son las mismas: a todos les van las negras con generosa delantera y
culos prietos. Están todos de acuerdo en ponerse a la sombra de una exuberante diosa
de ébano que al sol junto a una paliducha y escuálida europea. Ya se ve que la
entrepierna ayuda a igualar las sociedades. Hace unos años Tom Sharpe en su
novela Exhibición impúdica adelantaba que los gustos sexuales de los blancos, ya
fueran de ascendencia boer o británica, iban por ese camino, pero ahora tenemos
la confirmación científica.
Siguiendo
con la actualidad sexual sudafricana, hace poco un juez ha dado la razón al
gobierno, que ha devuelto a China un cargamento de once millones de condones.
La razón es clara: son pequeños. Parece que el tamaño sí importa. Pudiera ser
que los negros no la sepan meter, o que las instrucciones estuvieran en
mandarín. Tampoco sabemos si la minoría blanca tenía ese problema. Lo que sí
está claro es que las diferencias entre Sudáfrica y China son más de las que en
principio podíamos imaginar. No nos
extrañaría nada que los condones devueltos acabaran en la cadena de bazares
chinos que tenemos. Aquí seguro que hay más de uno que consigue enfundárselos
sin problemas.
6 comentarios:
Si es que los básicos y primitivos seres humanos del sexo masculino somos más simples que el mecanismo de un chupete: que haya donde agarrar, esa es la premisa.
Sin problemas. Que nos manden a las pálidas rubias, que ya les encontraremos alguna utilidad por aquí a los pequeños condones chinos, que algunas hembras tienen unos clítoris enormes.
Grande Tom Sharpe, particularmente en sus dos libros de Sudáfrica
Vaya, realmente curioso tu estudio sobre la transmutación de los gustos paradigmáticos de los potenciales forniciadores indoeuropeos.
muy bonito tu diseño nuevo. parece de postal de Benidorm, primeros setenta. aah, los paraísos perdidos! que dijo Milton, el de la broma en el patio del recreo: " quieres probar el Método Milton? Tú te agachas y yo te la Milton".
albricias y gargarismos!!
@Paseante
En este caso, tanto negros como blancos son igual de primitivos. Los amarillos ya no lo tengo tan claro
@ Luis Congrio:
Totalmente de acuerdo. Con lo que les sobra algunos nos pondríamos las botas.
@Poyatos:
Benidorm años 70 es un momento irrepetible en la historia de la cultura. Que este blog sea un pálido reflejo es un honor.
Me alegra saberte tan experto en el método Milton.
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