-Joder tío qué fuerte, menuda movida. Es que cuando te lo cuente
flipas. Ya creía que de ésta entregaba la cuchara, me cago en lo más barrido,
por un pelo me ha quedado. La ostia menudo marrón, a poco más palmo, pero al
final un piñazo y punto, una semana más en el hospital y para casa, me cago en
todo lo que se menea, vaya viaje tío, menuda rayada. Y todo por culpa de esa
ostiada de la tele, quien me mandaría a mi dejar la play para ver el puto
documental ese, que por algo dicen que no echan más que morralla por la caja
tonta, y es que es verdad.
Pues que tienes el típico día chorra y te quedas pillado con
un programa de peña que está a punto de palmar pero al final nada. Y contaban
que cuando estaban a punto de diñarla, flipa, creían que iban por un túnel
súper largo y que al final veían una luz blanca, y que si llegaban hasta allí
caput, es que estaban palmera. Me lo vi mientras me fumaba un may y punto, ni
me volví a acordar de ese rollo.
El caso es que llegó el finde y yo andaba con más ganas de
marcha que el Van Diesel de repartir toñejas. Toda la semana de culo en el
curro, y me dije este finde a saco Paco que son dos días. Así que pillé a la
churri el viernes a la tarde y a todo trapo. Fuimos a pillar tema, dimos un
voltio por el centro comercial, y rulando con el buga de aquí para allá. Menudo
polvazo le eché a la Eva en el mirador. Estuvimos en la lonja del Sebas y
compañía que se habían agenciado un plasma superguapo viendo una peli de las
viejas del coletas éste, el Segal, qué bien trabaja el tío. Luego nos fuimos a
la bocatería y nos pusimos como cerdos, y después quemamos todos los afters,
los chapamos todos. Menuda fiestuki colega, allí dándolo todo. Tenías que ver a
la Eva en lo alto del pódium con su mini enseñando tanga y ahí toda la peña babeando.
¡La caña tío! ¡La reina de la pista! Fuimos los colegas a la campa detrás del
cementerio a seguir dándole tralla al body, menuda rave nos curramos, quemando
las etapas de potencia de los bugas,
seguro que hasta los fiambres bailaban en los nichos.
Ya el sábado a la tarde nos lo hicimos de tranqui, una peli
moña de las que le gustan a la churri, una hamburguesita en el Burger King y
tal, pero luego otra vez caña, caña que
todavía quedaba mucho finde. Pillamos al Dioni un cristal de puta madre y algo
de farlopa, pero sin pasarse, que ya sabes que yo controlo. Estuvimos rulando
por ahí, fuimos hasta donde el Charly para pasarle por el morro el nuevo alerón
que le he puesto al buga, vacilamos un poco en el centro con los pijos y los
puretillas, ya sabes, lo de siempre.
Ya ni sé la hora que sería, pero poco faltaría para que
Lorenzo asomara el morro, cuando la Eva y yo empezamos a quedarnos apalancados,
y le dije vamos para el garito de la playa a ver si espabilamos. Así que tiro
con la máquina para la autopista y todo de fruta madre hasta que llegamos al
túnel. Te juro que yo iba de normal, pero nada más meterme en el túnel de la
ostia me entró la paranoia y me viene todo el rollo del documental, tío, y es
que parecía que el de la tele y ese eran el mismo. Dos filas de luces en el
techo y todo lo demás más negro que la chupa de un heavy. Me quedé flipado tío.
Estaba en el túnel ese que ve la gente cuando va a palmar. Yo iba a toda leche
con el buga pero el mal rollo me iba subiendo Ya sabes que el túnel comienza en
curva y luego va enderezando. Cuando vi la salida, toda iluminada, me dije
joder tío que marrón, que como pase no vuelvo.
Te juro que no era el morao, tío, que ya sabes que me gusta
ponerme pero yo controlo. Me dio el punto, colega, si paso palmo fijo, si paso
palmo fijo, y el buga a tope y la salida que se acercaba. ¡Vaya marrón tío! Que
yo no soy un cagado pero con esas cosas no se juega, que yo sé cuando hay que
parar. Cuando estaba ya para salir, clavo el freno hasta el fondo, media rueda
me habré dejado en el frenazo. Dice el Kuki que frenar es de cobardes pero no
me importa. Lo que pasa es que los julais que iban detrás iban a su puta bola
y me dieron. ¡Es que le dan el carnet a
cualquier empanado, joder! Perdí el
control y el coche se me fue contra la pared lateral. Aún con los ostiones de los de atrás, antes de
que se me fuera la olla pude ver que no había salido del túnel. Ya sé que me
vas a decir que era una puta paranoia mía, pero en ese momento me dio el punto
de que si salía del túnel era palmera. Y al final he tenido potra porque con el
dinero del seguro voy a maquear el buga que vais a flipar. Lo único es que
todavía no he visto a la Eva, no sé si tendrá algún chichón o algo. ¿Tú sabes
algo?
-Bueno, sí, tío, sabes… ella no llevaba cinto… salió
disparada por la luna del coche. No tuvo tanta suerte como tú. Se partió el
cráneo contra el asfalto. Murió al otro lado del túnel.
4 comentarios:
Genial.
Coño. Muy bien contado, y muy real además. Ese "túnel" es lo malo que tiene, que se te presenta en cualquier momento si te pones ciego a canutos.
Y claro, o los canutos o el coche: las dos cosas no pueden ser. Pero nada, la peña "controla". Hasta que deja de controlar.
Felicidades, oye: te ha quedao niquelao.
@ Luis C:
Agradecido.
@ Paseante:
es que siempre me han inspirado los bakalas.
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