Después
de la más grande historia sobre el deporte rey jamás contada se impone unos
días de profunda reflexión, preferiblemente bajo una palmera en algún lugar del trópico.
Si no fuera posible también pueden estrujarse las meninges tras una peña de la sierra de Gata o en la ribera cenagosa
de algún agostado pantano. Nosotros erraremos hacia donde se pone el sol camino
de la verdad esférica. Agradecer a nuestros lectores la paciencia y el tiempo
que han dedicado a esta página y desearles feliz verano. Volveremos en octubre
con renovadas ganas. Mientras, una cancioncita muy estival.
2 comentarios:
Vaya por Dios. Primero asisto impotente a la caida de la sagrada logia (un veredadero maremagnum, sí señor) y ahora usted escapa a todo gas. No sé si habrá relación entre una cosa y la otra, pero en fin: que lo disfrute usted bien. Otros ya estamos de nuevo amarrados a la dura cadena de galeote en la que hemos de seguir mientras no nos toque la de catorce.
Como diría Ford Farlaine, esto es rock and rolling!!
felices vacances artista!
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