De la crisis se sale con iniciativa, innovación,
creatividad, no siguiendo los viejos patrones que ya se ve para que nos han
servido. O eso dice la teoría. En la práctica todo sigue igual. Cuatro
personalidades de las más dinámicas de la sociedad andaluza están poniendo toda
la carne en el asador para sacar adelante... una tasca, el negocio español por
excelencia.
Por un lado se han unido Francisco Rivera,
señorito andaluz de toda la vida, castigador de toros dentro de la plaza y de
hembras fuera, con Carlos Herrera, comunicador comprometido, penúltimo gurú de
la ondas. Por otro lado Jose Mari Manzanares, torero en boga a zaga de su
padre, y Sergio Ramos, pilar de la selección, pieza clave en el Real Madrid y
una de las mentes más despejadas que se recuerdan. Estas dos parejas han pujado
en Sevilla por una antigua lonja de pescado que quieren reconvertir en un
emporio del lujo del cuchillo y tenedor, lo que se traducirá en que las gambas
en vez de con gabardina irán con visón y hará falta la visa oro para pagar una
ronda.
Parece ser que el ayuntamiento ha concedido la
licencia a la terna formada por Rivera y Herrera, pero la pareja contraria
piensa recurrir la decisión, y con la afición que tienen los famosillos a los
pleitos, no nos extrañaría que el litigio acabara en el tribunal internacional
de derechos humanos.
En todo
caso, un ejemplo a seguir. La hostelería es un sector en continua expansión, y
más ahora que cada día hay más desocupados para que pasen las horas muertas
sujetando la barra del bar. Nada de tentar a la suerte con negocios innovadores
cuando se sabe que la felicidad consiste en ver el fútbol o los toros en la
tasca mientras trasiegas unos pescaitos fritos. Esta es la España del futuro,
futbolistas y toreros como motor de la economía.
2 comentarios:
Pues sí. Un perfecto reflejo de las portentosas mentalidaes empresariales españolas: señoritos con pasta montando tenederetes para los de su misma condición. Si no fuese una tasca sería una tienda de lujo; porque claro, eso de meterse a constructor -que es siempre la otra opción para este tipo de cerebros- está un poco en baja ahora mismo.
Al final, lo de siempre: que inventen ellos. Los de fuera. A nosostros ya nos va muy bien así.
@ Rick:
Si exportáramos nuestro modelo, el mundo temblaría.
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