Rosalie Blum por Camille Jourdy |
Si
se preguntan cual es el momento justo en el que una mujer se enamora hoy traemos a su consideración un documento gráfico
revelador. Observen detenidamente el gesto de esta chica: la mirada vaga,
perdida, levemente soñadora, de quien diseña altas barandas al abrigo de las
nubes; una sonrisa recatada tras la que está creciendo una arquitectura
emocional cuyos pilares y contrafuertes no transiguen con las leyes terrenales.
Dicen que estos síntomas suelen cursar con un fuerte batir de alas de mariposa
que crean en la mente de la mujer sinapsis contractuales de largo recorrido y
un cambio en la longitud de onda de su aura, con lo que su interacción con el
mundo que la rodea sufre una reducción de sus puntos de contacto. Algunos
autores apuntan también alguna fluctuación del campo magnético terrestre, pero
es un punto a demostrar. Nosotros desde aquí solo podemos ponerles en
antecedentes para que llegado el caso sepan a lo que se enfrentan, y que si
deciden no huir sepan que no tienen escapatoria.
2 comentarios:
Vaya, nos ponemos líricos, ¿eh?
Pues muy bien: se echa de menos este tipo de consideraciones aladas de vez en cuando.
Pero no me sea usted tan feminista, hombre: ya sé que hay muchos tíos que son unos cenutrios, pero esta sintomatología que usted describe tan bien no es privativa -o no debería serlo- de las féminas. Algunos también tenemos nuestro corazoncito, y tal.
@ Rick:
no era mi intención atacar a nuestros compañeros de género, sino glosar la viñeta. Y claro que hay hombres que podrían entrar en esta categoría, aunque creo que cada día son menos.
Publicar un comentario