Los
Radio Futura empezaron enamorados de la moda juvenil en un primer disco en el
que intentaron venderlos como ídolos de adolescentes en celo. Tras la resaca
del experimento y botar a Herminio Molero, Santiago Auserón cambió el rumbo de la formación, y fruto de
ello llegó el single La estatua del jardín botánico.
La
canción supuso uno de los hitos de la movida y un himno entre loa amantes de lo
arty, enterados y modernos en general. Al fin un grupo que no solo no decía
tonterías sino que hasta parecía mandar crípticos mensajes envueltos en
imágenes deslumbradoras. Era la prueba de que la poesía y la inteligencia
tenían cabida en el mundo del pop. Muchos nos quedamos a meditar sobre el
asunto en la penumbra de un jardín, y sobre todo apurando copas después de la
medianoche, embelesados por esas metáforas que abrían un mundo de sugerencias.
Con este tema Radio Futura comenzó a cimentar una carrera cargada de grandes
canciones, pero en ninguna, el mismo Auserón le reconoce, llegaron a igualar el
lirismo y el misterio que emanan del jardín botánico.
Los años han tratado bien a la vieja estatua. Su poética futurista quizás hoy parezca
algo hueca y pretenciosa, y de tan oída ha perdido parte de su antigua magia.
En vez de una disquisición filosófica suena más al delirio de un drogata. Pero
cuando se oyen esos golpes de batería con los que se abre la canción vuelves a
un tiempo mítico en el que te creías capaz de dibujar sin que te temblara el
pulso elipsis entre el sol y tu corazón.
2 comentarios:
Es verdad que la letra ha perdido un poco de su magia, de acuerdo. Pero el conjunto de palabras y música sigue siendo, aún hoy, de lo más grande que se ha hecho en España en canciones supuestamente pop.
Radio Futura me sigue pareciendo, en conjunto, el mejor grupo español, el más completo. Luego ya se podrá discutir si unas épocas son mejores o peores que otras (a mí me sigue gustando más su primer LP que la deriva "racial" que tomaron después), pero en cualquier caso muy pocos llegaron a su altura aunque solo fuese por un momento.
Pues totalmente de acuerdo con usted. A mí también me parece su primer disco el mejor, pero los demás brillan por si solos (dejando de lado directos y refritos varios)
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