Las abejas últimamente
vuelan tan bajo que ni se las ve. Llevaban milenios de flor en flor
libando el dulce néctar con el que laborar
en los secretos corredores de la colmena la tan preciada
miel, hasta que la vida moderna ha acabado
con ellas. Cada día se cuentan menos en
activo y la producción
se resiente. Si las abejas de verdad ya no pueden hacer su trabajo, la
ciencia ha decidido crear ciberabejas que las sustituyan.
Un avispado
grupo de investigadores de las universidades de Sheffield y Sussex está en ello.
Lo interesante del proyecto Cerebro Verde es que estos robots utilizarán un
software descargado directamente de la sesera de las abejas de la miel. Van a
copiar las partes del cerebro del insecto encargadas de la visión y el olor
para que sus réplicas puedan ver y oler como las que nacen gracias a la feracidad de la abeja reina. Crearán un enjambre
cibernético, suponemos que a base de obreras, que de zánganos ya vamos servidos, destinado a la producción de miel. La calidad de la misma está
por verse, esperemos que no diste lo mismo que la que hay entre las gulas y las
angulas.
Será la
primera vez que se descarga la información de un cerebro como si de un disco de
Bisbal se tratara. Esta técnica abre la puerta a
copiar cerebros humanos
y convertirlos en bases de datos que puedan vivir en la red de forma
indefinida. Por tanto, la eternidad está un poco más cerca, solo falta
encontrar el disco duro adecuado. La humanidad, hecha pensamiento puro
circulando como un flujo de bites por espacios virtuales, al fin se liberara de
las ataduras terrenales y podrá afrontar los grandes retos de la existencia, como migrar en masa a World of Warcraft o
cualquier otro universo garrulo donde reencontrarse con la barbarie primigenia.
Pero no
adelantemos acontecimientos, que por ahora solo se puede acceder a cerebros de
abeja. Aunque vista toda la gente con cerebro de mosquito que zumba por ahí,
quizás pudiéramos empezar por ellos, que seguro que su actividad neuronal coge
holgadamente en pendrives de un giga.
6 comentarios:
Solo nos queda una solución: crear espacios libres para abejas en los que reproducir un hábitat en el que puedan vivir. Y lo mismo digo con los humanos...
Glups!!! Ya no sé si alucino o estoy en mi tras tu información.
Muy típico de la Humanidad con "H" mayúscula: primero nos cargamos el medio ambiente, las condiciones de vida naturales, y luego buscamos el remiendo. Que en este caso será un parche, claro.
Pues nada, a ver si hay suerte y consiguen crear abejas internáuticas: luego nos las bajamos y hacemos un panel en casa para nuestro consumo particular.
Quedará de lo más poético: ¿qué estás haciendo? Pirateando miel.
No te dispares que ya estás creando un mundo de mil demonios. Piensa que luego del trasplante de marras tendrán que crear una red social propia para comunicarse entre ellas y garantizar cierto espíritu de colmena. El problema va a estar en entonces en la asignación de contraseñas y nicks entre tanto sujeto idéntico. Y encima deberán demostrar que no son robots como esta cosa que tienes aquí debajo. ¿Crees que estarán preparadas para tantas complejidades?
@ U-Topia
me temo que lo que pides es una auténtica utopía, que los humanos no hay hábitat que respetemos.
@ Rick
Desde luego, piratear miel sería una de las actividades más golosas que se pudieran hacer. Otra cosa es que esa miel no tuviera nada que ver con la natural.
@ Dr Krapp
imagínate el caso que se te olvida la contraseña para entrar en tu propio cerebro, y te quedas bloqueado en alguna oscura página de internet por los siglos de los siglos hasta que algún programa caritativo te resetea para que dejes de sufrir.
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