lunes, 10 de noviembre de 2014

Billetes de diez

El banco central europeo es uno de esos maléficos entes que cada vez que habla sube el pan, entre otras cosas. Un contubernio, como la troika o el Fondo monetario, que no se sabe quién ha elegido pero que amargan la vida a toda la población. Bueno, no  a toda. Aquellos que tengan los cuartos a buen recaudo en algún paraíso fiscal gozarán de indulgencia plenaria ante la curia económica. 
El caso es que los del banco han sacado nuevo billete de diez euros, un valor que lo hace de curso común entre el populacho, y al Mario Draghi y a su draconiana corte de burócratas se le ha ocurrido un juego guay. Han pedido a los contribuyentes que se hagan un selfie (horrendo palabro que parece que ha desbancado al autorretrato de toda la vida) con el billetito. Y claro, la gente ha aprovechado para liarla parda, que no siempre te dan la oportunidad de fastidiar, aunque sea un poco, a los que te andan jodiendo a diario. Han salido unos quemando el billete, otros tirándolo por la alcantarilla, criticando la política de apretarse el cinturón  hasta que se nos corte la digestión, o los que echan de menos sus antiguas monedas. Nada sienta mejor que despacharse a gusto contra la autoridad monetaria. 
Esto ocurre por bajar el listón. El próximo concurso se hará con billetes de quinientos, donde la participación será más selecta, y el ganador obtendrá una cuenta en Luxemburgo, paraíso fiscal y patria chica del presidente de la comisión, Jean-Claude Juncker. Nada mejor que poner a la zorra al cuidado de las gallinas. Mientras tanto, los demás nos seguiremos retratando con los colegas en las noches de borrachera, que lo de fotografiarse con billetes, aunque sean de diez, es darle muchas pistas a hacienda. 

10 comentarios:

Doctor Krapp dijo...

¿Y que tal un selfie aspirando una raya de coca? Aunque quizás mejor usar para esas cosas un billete de 50 o de 100 (no digo los de 500 que los tienen escondidos) entre reunión y reunión de esas en las que deciden como seguir puteando al personal.
Saludos

María dijo...

jaja ale! que he pillado al DR KRAPP infraganti! Creo que mejor me doy la vuelta y hago como que no he leído nada que al final todo se sabe ;-)

Para que veas cómo estoy te entendí que sacaban un billete nuevo de 10.000 euros y seguí leyendo tan fresca pensando ¿ quien va a llevar un billete de esos? los que vayan a las islas Caimán a depositarlos para que encima no les pesen los millones que roban ( lo sé, debe ser que se me metió coca en los ojos :-)


Un abrazo grande.

Rafa Hernández dijo...

A mí ya me cuesta ver los de cinco.

Saludos.

Un paseante dijo...

La verdad, yo a la tropa esta de burócratas no la entiendo: con la que está cayendo y aún se atreven a pedirle coñas a la gente. Tienes toda la razón, es para montar un pollo.

Hace años, a los billetes de 500 se les llamaba "Los Bin Laden": se sabía de su existencia, pero no dónde estaban. Donde iban a estar: entre Suiza y Luxemburgo, como la familia del propio Bin Laden.

Chafardero dijo...

@ dr Krapp:
hace un tiempo leí que un alto porcentaje de billetes presentaban rastros de coca, aunque ahora con la crisis la cosa habrá bajado. Desde luego, con lo pequeños que son los nuevos billetes, no lo ponen fácil.

Chafardero dijo...

@ María:
Mejor no des ideas, que estos del Banco con tal de que los defraudadores lo tengan fácil son capaces de imprimir lo que les pidan

Chafardero dijo...

@ Rafa:
Bueno, cuando juntes dos de cinco sácate la foto, igual hay suerte.

Chafardero dijo...

@ Paseante:
lo mejor de todo es que ponen a presidir la comisión europea al antiguo presidente de un paraíso fiscal. Como tantos, no doy crédito.

U-topia dijo...

¡¡Qué capullos!! Menos mal que la gente les hace la butifarra o similar. Que se hagan ellos la selfie con toda la mala leche que gastan con los que estamos abajo.

Chafardero dijo...

@ U-Topia:
prefieren fotografiar la cara que nos queda con cada una de sus acertadas políticas.