Aunque los mantecados son dulces más navideños que pascuales, los del
santo cristo amarrado a la columna se han ganado a pulso un hueco entre
los golosos penitentes. Mientras sus papilas se derriten empalagadas
por la grasa edulcorada harán memoria del episodio en el que ningunean
al hijo del hombre y lo atan cual acémila para redimirnos de nuestros
supuestos pecados. Semejante acto de entrega, a la gula, forzosamente
tenía que ser de marca registrada, aunque la patente sea de algún
jerarca católico, que la fe no está reñida con hacer caja.
Los
polvorones del cristo ensogado son los patrocinadores oficiales de
conocidas cofradías, como la de la Ostia Demediada o la de las Tres
Marías Amorradas al Copón, devotos grupos vestidos de inquisidores
picudos que desfilan al toque de clarines y tambores para mayor gloria
de dios. En estos días de pasión tienen preparada una promoción
penitencial irresistible. Comprando tres cajas de mantecados les
regalarán un práctico cilicio para que castiguen el cuerpo mientras
atacan a los mantecados. Comprando seis cajas entran en el sorteo de una
mortaja o una capa zamorana, a elegir. Y si se hacen con nueve cajas
recibirán una indulgencia plenaria firmada por el mismísimo obispo de
Mondoñedo, y así beber todo lo que quieran para bajar tanto polvorón.
8 comentarios:
Exagerado, que eres un exagerado. A fin de cuentas nada de los que hagan tan conmovedores mercachifles de lo sagrado, ay Jesús en el templo, no puede ni de lejos compararse con el hecho de que la misma religión haya convertido el cuerpo de su protomártir en pan y su sangre en vino.
Feliz Semana Santa.
Lo del sorteo de la mortaja, lo veo muy bien. Ahora tienes que hacer otra entrada sobre las torrijas.
Saludos.
Conocía la marca, gracias al señor Carandell y su Celtiberia Show, pero veo que la memoria me falla: automáticamente asocio Estepa con polvorones y Astorga con mantecadas, y resulta que me equivoco porque al parecer Estepa también hace incursiones en la especialidad maragata. Este tipo de cosas me descentra. Pero en fin, un dato más para mi disco duro.
A dios rogando y con el mazo dando... y ocupando calles y plazas con el rollo de que es cultura. Odio los mantecados!!
a Dr Krapp:
Desde luego, visto así, los mantecados son el postre perfecto tras semejante banquete.
a Rafa:
las torrijas son palabras mayores, y además es un tema en el que no puedo ser imparcial, que es ver una y perder la compostura.
a Rick:
yo tampoco tengo muy claro la diferencia entre esos dos postres, y alguna vez igual me han dado gato por liebre.
Un recuerdo a Carandell, primer investigador de la España bizarra.
a U-Topia:
cultura negra, en todo caso, además de rancía.
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