Y antes de que
pudiera hacer alguna pregunta para recabar más datos entró la hermana de Big
Bingo a la habitación que a aquella hora parecía más transitada que Trafalgar
Square.
- ¿Darling, no
sabes que es de mal gusto hacer esperar a una dama, y más cuando ésta es tu
prometida?
Sir Watkyn era
un firme defensor de la educación moderna y tenía en gran estima la
independencia y autonomía de la mujer, pero cuando una de ellas se le presentaba
en casa sin previo aviso mientras era presa de una resaca monumental era el
momento de poner ciertos límites. Aun así, todo esto quedó postergado cuando el
quebradizo intelecto del postrado asimiló el término” prometida”. Como vocal suplente que fuera
del club de oratoria de Cambridge, donde su agilidad dialéctica dejó a más de
uno con la boca abierta, rápidamente armó un artefacto lógico en forma de interpelación
inquisitiva y contenido asertivo destinado a clarificar el campo semántico en
el que se movían:
- ¿Prometida?
- ¿Acaso
no recuerdas que habíamos quedado en el Palace para desayunar?
La
esgrima dialéctica no tenía secretos para Cheesepound, que rápidamente soltó
una réplica contundente:
- ¿Palace?
- ¿Quieres
que te recuerde que ayer accedí a ser tu prometida a cambio de que abandones
esa vida de soltero crápula que llevas?
Desde
luego, sus dotes argumentativas no surtían efecto ante un rival de la envergadura
de Pomona, por lo que se decidió por un ataque directo:
-¿…?
-Darling,
si quieres que lo nuestro funcione deberás poner un poco de tu parte, y
ciertamente, darme plantón en nuestra primera cita no es la mejor manera de
empezar. Comprenderás que llamara a mi primo McMahon y a sus chicos del cuarto
regimiento de gaiteros bengalís para que te despertaran. Espero que en lo
sucesivo no tenga que volver a recurrir a sus servicios.
6 comentarios:
Pues sí, va a tener que poner un poco de su parte, porque está claro que la señorita esta es de armas tomar. O de gaitas tomar, ya puestos.
Te está quedando una sintaxis muy británica, por cierto...
La idea del individuo que tras una noche de farra descubre a la mañana siguiente que se ha casado o prometido en plena vorágine ha tenido mucho éxito en toda clase de novelas, obras teatrales, películas y otras ficciones. La verdad es que da mucho juego como posibilidad y pone en cuestión el sentido de nuestros actos cuando la razón nos desborda.
Hombre, lo de los gaiteros me parece suficiente castigo para un olvido, total, las damas de alta alcurnia ya se sabe que tienen estos deslices que son los que incrementan su fama y su nombre.
Muy divertido.
@ Rick:
Creo que sir Waltkyn va a tener que templar muchas gaitas para contentar a Pomona.
@ Krapp:
y además es verdad, que yo tanto como a casarme en una noche de farra no he llegado, pero sí a hacer cosas que luego me han horrorizado.
@ U-Topia:
Sí, pero viene bien tener al pobre atado en corto, no se vya a desmandar.
Publicar un comentario