Arabia Saudí es un lugar donde el dios de turno decide sobre
las cuestiones importantes, y sobre las demás también. Es sabido que para Alá
las mujeres son seres sospechosos que hay que tener controlados, y los varones
saudís se aplican a ello, no dejando ni que se rasquen sin su consentimiento.
Pero los tiempos están cambiando sin remisión, aires nuevos remueven el viejo
reino del desierto. Antes los hombres se podían divorciar sin que sus esposas
supieran nada ni fueran informadas en lo más mínimo. Estos divorcios secretos
hacían que las mujeres quedaran con el culo al aire, sin saber siquiera cuál
era su estado civil. A partir de ahora, el juzgado enviará un SMS a la
interesada informando de que su marido ha pegado la espantada. Todo un detalle
por parte del estado.
Como ven, el proceso modernizador de Arabia Saudí es
imparable. Han reabierto esos antros de relajación como son las salas de cine, permiten
a las mujeres conducir a ellas solitas, y ahora hasta se enterarán cuando su
marido las abandone. El nuevo mandamás, Mohamed Bin Salman, ha dejado de actuar
como un sátrapa medieval. Lástima que estuviera demasiado cortante en el asunto
del periodista Khashoggi, pero es que él no es tan campechano como su colega
Juan Carlos. Confiemos en que siga la buena racha para las mujeres y conquisten
nuevos espacios de libertad, y que pronto puedan asomarse a la ventana sin
causar un escándalo ni incomodar al profeta y sus mariachis.
4 comentarios:
Creo que a finales de siglo podrán abrir por si mimas una cuenta en el banco o matricularse en la universidad sin la tutela masculina.
El Salman va de liberalizador pero recurre a métodos de las Mil y Una Noche para librarse de sus enemigos.
Bah, pelillos a la mar: Salmán y sus acólitos que sigan enviándonos petróleo y Occidente seguirá mirando para otro lado. A fin de cuentas estamos hablando de pequeñas fruslerías sin importancia.
@ doctor Krapp:
Muy optimista te veo, menos mal que Alá no permitirá tales desvaríos
@ Rick:
desde luego, son bárbaros y ricos, no hay ningún escrúpulo para hacer negocios con ellos.
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