Rosario y los inagotables Marcos Prior |
Algunos matrimonios hacen aguas desde el minuto uno, pero
estos antes de darse el sí ya estaban con el agua al cuello. Los que se casan
en el fondo del mar tienen la ventaja de que sólo pueden mejorar. Hay noticias
contradictorias sobre la luna de miel. Unas fuentes afirman que contrataron
un crucero de lujo que se fue a pique en los mares del sur, con lo cual
volvieron a la casilla de salida. Otras fuentes los sitúan en un agua park de
la costa del sol, donde fueron detenidos por escándalo público al intentar
consumar el matrimonio en un tobogán. Desde aquí les deseamos que su enlace no
quede en agua de borrajas.
6 comentarios:
Si ya es difícil mantenerse a flote haciéndolo en tierra firme, bajo el agua puede llegar a ser una misión imposible...
Saludos.
¡¡¡Qué va!!!
Creo que el capitán Nemo los acogió en su submarino, les instaló en su camarote para que usasen su cama de agua frente a un ventanal enorme sobre el fondo oceánico y les tocó la Toccata de Bach en su órgano ancestral mientras consumaban su luna de miel.
Se pierden el "ya podéis besaros" hasta que estén en situación de respirar. Un formalismo menos. A cambio, y a no ser que lleven transmisores submarinos, se evitan el sermón del cura. de todosmodos, puestos a hacer una boda exótica, yo elegiría Las Vegas.
@ Elvis:
Esperemos que estos en tierra firme no se ahoguen
@ doctor Krapp:
el órgano de Bach no pone ningún órgano a tono para una noche de bodas, por mucho que lo toque el capitán Nemo.
@ Rick;
Sí, hasta un traje de Elvis casposo tiene que ser más cómodo que ir con neopreno y bombonas a cuestas
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