Comenzamos el año y la década por todo lo alto, con el
huracán pop de La Casa Azul y su tema El final del amor eterno,
otro subidón emocional y pelotazo existencial. La lírica ciber-tech de Guille
Milkyway nos arrastra a las simas del amor eterno, la dura lucha entre el
paraíso y la cotidianidad. Opus mayúscula, odisea cósmica, su escucha es como
sumergirse en un torrente de cortisol para adquirir plasticidad, un coctel de
fentanilo y Propofol para amanecer solos en el universo. Tema altamente
adictivo, consumir con precaución.
4 comentarios:
Es agradable, aunque sospecho que a ti te va más el tecno pop que a mí, que soy más de guitarras. Por cierto, ¿qué te parece el nuevo de los Punsetes?
Los vi este verano y la verdad me siguen pareciendo, como me parecían antes, el grupo español más emocionante del momento, por lo menos tienen una capacidad para la empatía con los que lo oímos que no veo en ningún otro. Mis dudas son si aparte de Guille hay alguien más en ese grupo.
@ Rick:
Me gustan los Punsetes, gamberros y guitarreros, aunque en los conciertos acabas un poco saturado, y la pose de la cantante es bastante repelente.
@ Doctor Krapp:
totalmente de acuerdo, son emoción hecho pop. Hace años el grupo era él solo, desde la revolución sexual se rodea de músicos, pero el grupo sigue siendo él nada más.
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