lunes, 18 de enero de 2021

Apatía sexual


 

Lo de follar como conejos en el Imperio del sol naciente hace tiempo que pasó de moda. Tanto, que las autoridades van a meter mano al asunto, visto que no lo hacen sus ciudadanos y la natalidad está por los suelos. Nadie sabe por qué los japoneses tienen menos libido que un saco de cemento, pero aventuramos que pasan muchas horas en universos manga y anime y luego la burda realidad les resulta un soso refrito. Si solo te la ponen dura los piratas hiperventilados de One Piece cómo le vas a echar los tejos a la vecina del segundo. Si babeas con Alita, ángel de combate con chasis de playmate acorazado, te parece poco la flacucha que regenta el salón de té. Tantos mangas leídos sobre adolescentes incomprendidas en el insti que se levantan una mañana con el número de la bestia tatuado en el canalillo y dispuestas a triturar la quinta dimensión, que solo aspiras a poder oler sus bragas en soledad.

Ante tan negro panorama para el futuro del país el gobierno ha decido ponerlos cachondos a base de inteligencia artificial. Están ultimando algoritmos para que estos frígidos no tengan que interactuar más de lo necesario. El programa estudiará a los candidatos y les propondrá su pareja soñada. Para alimentar el morbo de estos pavisosos la inteligencia debería sugerir que los candidatos tengan un toque ciborg, que seguro que muchos están más interesados en unirse a una máquina que a un cuerpo serrano.

Como ven, los japoneses tiene más problemas para aparearse que los osos pandas. Una sociedad que ha perdido el deseo es que ha cumplido su ciclo vital y tendrían que dejar paso a una nueva realidad. Que conviertan toda la isla en un inmenso ciber Shibuya donde todas esas almas solitarias residan en servidores y solo interactúen en espacios virtuales, lejos de trabas físicas, en un perpetuo huracán de sensaciones pop. Está claro que para ellos lo de follar es de pobres de espíritu, que se digitalicen y vivan en un paraíso de anime.

9 comentarios:

Rodión dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rodión dijo...

''...adolescentes incomprendidas en el insti que se levantan una mañana con el número de la bestia tatuado en el canalillo y dispuestas a triturar la quinta dimensión, que solo aspiras a poder oler sus bragas en soledad.'' Esta frase te ha quedado para enmarcar.

La baja natalidad es un problema que les viene de lejos. Un país que pasó tan repentinamente a la modernidad al abrirse al mundo, tras la restauración Meiji, no ha dejado de generar problemas sociales y personales. Supongo que parte del encanto que vemos a Japón, desde Occidente, se debe a esa mezcla de tradiciones arraigadas y modernidad. A mi, al menos, es un país que sigue pareciendo muy interesante visto desde lejos.

Y ya se sabe, su problema de natalidad esconde, en primer lugar, un problema socioeconómico, casarse implica estar a la altura: tener un buen trabajo, ganar bastante dinero... Estar en condiciones de mantener una familia. Los roles del matrimonio están muy definidos y lo que se considera que debe ser un buen padre de familia implica pasar demasiadas horas en la oficina, sin descender nunca de estatus social. Por eso idolatran la infancia en Japón, porque la vida adulta entraña fuertes sacrificios. Si le sumamos que en Japón la sociabilidad es tan complicada, por aspectos culturales...

Perdona por el rollo, pero dejo aquí un vídeo por si interesa a alguien. El canal lo llevan (o llevaban, no lo sé, no lo sigo) un par de españoles que se afincaron en Japón e incluso se casaron allí. El del sombrero es de Donosti y curraba con un amigo mío antes de irse al país del sol naciente.

https://www.youtube.com/watch?v=ss2Z5kj10u8&t=121s
(Te había dejado otro vídeo que vi hará un par de años, pero al volverlo a ver no me ha parecido tan gracioso como este otro)

Rodión dijo...

El de las gafas de sol es el de Donosti, no el del sombrero. Que copié el mismo mensaje sin editarlo.

Rick dijo...

Supongo que habría que diferenciar entre natalidad y "lo otro". Si el problema es exclusivamente la natalidad, entonces la respuesta de Rodión es perfecta. Si el problema es lo otro, tampoco me extrañaría mucho teniendo en cuenta la particular idiosincrasia japonesa.

De todos modos, gracias a la pandemia probablemente todas las comunidades humanas del mundo van a rebajar mucho su nivel de actividad sexual. Tal vez acabemos todos siendo medio japoneses.

Doctor Krapp dijo...

Un texto magnífico del que me quedo con esta frase: "Una sociedad que ha perdido el deseo es que ha cumplido su ciclo vital y tendrían que dejar paso a una nueva realidad."

Es curiosa lo de la inapetencia japonesa porque su cultura está impregnada de erotismo y sexualidad desde antiguo. Creo que durante esos largos siglos de aislamiento en el Período Tokugawa, el sexo no estaba tan castigado como en el Occidente monoteísta y por eso había una libertad desconocida por estos lares. A ver si al final su problema va a ser más que la virtualidad, el puro agotamiento por empacho.

Chafardero dijo...

a Rodión:
Tienes razón en que lo del choque de modernidad y tradición, esa mezcla de cultura occidental con su ritos ancestrales, y su rigidez social, es lo que les complica la vida.
Había visto algún video de los mendas que me dices, son interesantes, ven el asunto desde primera linea. Para mi los japoneses son como los marcianos, y alguien con un punto de vista parecido al tuyo sobre el terreno es muy valioso.

Chafardero dijo...

@ Rick:
Me parece que los latinos estamos muy alejados de las costumbres japonesas, pero como dices, si el bicho sigue dando guerra acabaremos como ellos, que no nos tocaremos ni con un palo

Chafardero dijo...

@ doctor Krapp:
Lo del empacho no lo había considerado, pero mas vale que espabilen o se quedarán cuatro para contarlo.

U-topia dijo...

En los últimos años, amistades y gente conocida han ido a Japón y vuelven entusiasmados con su arte, du delicadez y sus buenas maneras. Yo siempre pienso que quienes han desarrollado esas cualidades fueron quienes arrasaron la población en países como Corea.
Ya sé que no tiene que ver con su pérdida de deseo y de follar, pero es que Japón para mi es como un ente abstracto, sé bien poco de este país.