Una de las grandes conquistas sociales de nuestro tiempo es la del follamigos, anteriormente conocido como amigos con derecho a roce, pero ahora más asentado en el imaginario colectivo. Básicamente consiste en tener trato carnal sin complicaciones sentimentales con un o una conocida, manera cómoda de aliviar tensiones sexuales. Repámpanos es un blog con una clara voluntad de servicio público y un impúdico gusto por la ingeniería social. Desde aquí queremos proponer nuevas combinaciones folloneras que sirvan de válvula de escape a contradicciones estructurales y aumente la cohesión social.
Follajefes: una vieja aspiración de la clase trabajadora. Interactuar con la jefatura en el mismo plano lleva la lucha de clases a un nuevo nivel. Gozar en pie de igualdad con el empresario es un paso más hacia la justicia social, y hará más llevaderas las áridas negociaciones de los convenios colectivos.
Follasuegras: la madre política, la bestia negra, es en realidad un alma incomprendida en busca de cariño. Un buen revolcón con la suegra es garantía de años de paz familiar. Comer tranquilo todos los años el turrón bien merece un esfuerzo.
Follavecinos: la propiedad vertical ofrece muchas posibilidades de gozar en horizontal, desde un polvo conejero en el descansillo, felaciones en el ascensor o juntas de vecinos para ver quien se cepilla al gestor de fincas. La generalización de estas prácticas incidiría en la concordia vecinal, básica para mantener la cordura.
Follaediles: los ponemos como ejemplo por ser los políticos más accesibles, pero valen también los senadores por Murcia o los presidentes de mancomunidad. La mejor manera de saber lo que quiere el pueblo es que te lo susurren en la intimidad, y si se les olvida se lo tatúas en el culo.
Follaruners: esos cagaprisas vestidos de fosforito que corretean por calles y parques como si tuvieran el baile de San Vito son unos mal follados. Un polvo a tiempo evita que se coman el polvo de caminos y veredas. Hay que enseñarles a trotar a cuatro patas y se les quita la tontería.
Follainfluencers: son seres etéreos, difíciles de ver en persona, hay que usar las redes sociales para llamar su atención. Les cuentas que te lo quieres montar con ellos en los wáteres del Primavera Sound o que duermes con camisetas oversized de Shin Chan y acudirán prestos. Tras aliviar tensiones no tendrán problema en salir en Insta con niquis del Primark comiendo bacatas de cabeza de jabalí.
Follalolailos: el flamenquito flojo es una plaga que hace tiempo se extiende fuera de Andalucía. La mejor manera de atajar el quejío cansino es con una buena coyunda, que mientras gozan no dan por culo, y todos saldremos ganando.
8 comentarios:
Hola amigo.
Muy divertido.
Si hacen falta voluntarios me apunto a follalolailos, que hay tajo para rato. A lo de follasuegras ni de coña, que todavía no me ha dado por la necrofilia.
Saludotes
Jose
Pues yo a la mayor parte de esos colectivos que citas no les echaría un polvo en sentido figurado, sino que directamente los fumigaría. Me ponen muy poco, más bien me cabrean. Y así no hay manera de llegar al clímax...
De todo corazón, creo que tienes un problema con ese viejo hábito, ya que me da la impresión que solo imaginas follar cosas con poco saludables o directamente malignas. Si follar es un vehículo para liberar las fobias, la población humana tiene las décadas contadas. Seguro.
Pues yo iba a decir algo parecido a lo que ha escrito Jose: en todo caso, follalolailos. Hay animadversión, pero a la vez sabemos que no tienen mala intención cuando consideran que ''tienen arte''... Por pensar bien. Vale que, en caso de pernoctar con alguna, amenaza un despertar con flamenquito. A muy malas, con Melendi, Andy y Lucas... Pensándolo bien, me echo atrás, soy un cobarde.
@ jose kortozirkuito
yo también es a los que más ganas les tengo de esta lista, con permiso de la patronal.
@ Rick:
Considera que son unos mal follados, y una vez satisfechos su capacidad de maldad se reduce bastante.
@ doctor Krapp:
Es lo que tiene la ingeniería social, hasta que te acostumbras a los nuevos parámetros hay que tragarse algún sapo, pero todo sea por la causa
@ Rodión:
Por desgracia, la lista es bastante larga, hay dónde elegir.
Publicar un comentario