Está de moda la inteligencia artificial, visto el retroceso de la inteligencia tradicional. Al paso que avanza el sector, en poco tiempo tendremos ayuda tal que no se necesitará hacer la o con un canuto, saber si te han echado garrafón en el cubata o entender la movida de la Trinidad; habrá algún algoritmo que te saque las castañas del fuego. El futuro es de los tontos, las máquinas pensarán por ti, decidirán por ti, tú nada más dirás amén. Vamos, como hasta ahora, solo que la oligarquía está automatizando y optimizando el sistema.
El imparable avance de este tipo de inteligencia nos ha dejado un nuevo hito. Por la ciudad de San Francisco ya circulan coches sin conductor, factor humano totalmente prescindible en el futuro que viene. Una patrulla policial observó que uno de estos vehículos, un Cruise AV de General Motors, circulaba sin las luces delanteras. Cuando le dieron el alto el coche se dio a la fuga, dejando a los pies planos con dos palmos de narices. En realidad estacionó más adelante en un lugar seguro, pero su primera reacción fue huir del lugar de los hechos. El programa que gobierna el vehículo se ha informado de la mala fama de la poli local y actuó como cualquier hijo de vecino en la misma situación. Han modificado su código con las normas básicas de la gramática parda, aquella que acomoda las normas a nuestro favor.
Estos cerebros de silicio son cada vez más listos, sobre todo en el sector automovilístico. A no tardar disfrutaremos por las carreteras de los nuevos ciber macarras, quemado rueda a la salida de las curvas, adelantando a doscientos por el carril derecho, mientras con el intermitente nos mandarán mensajes subliminales para que votemos a partidos de orden. Porque a buen seguro que cualquier tipo de inteligencia puede hacerlo mejor que nosotros.
8 comentarios:
Eso de la IA a mi me soluciona la Vita. Recuerdo perfectamente cuando íbamos a por bloques de memoria que insertábamos en el ordenador de turno, pues igual dentro de nada puedes ponerte unas plantillas de Inteligencia Artificial en las zapatillas. O tomarte unas cuantas cápsulas de Intel-Arti Plus B59 con el sello CE en el desayuno, quien sabe?
Para mí el peligro de la IA es que esos cacharros terminen aprendiendo de sus errores y sigan avanzando por su cuenta tal como predijo Asimov y afirmó Ridley Scott en Blade Runner. La capacidad de aprender y rectificar es lo que los puede hacer invulnerables, es decir, que se hagan independientes y se larguen de casa por la cara, eso que ya no hacen los hijos.
De momento, salvo usos específicos, la ciencia-ficción sigue por delante de la realidad: los algoritmos no son tan complejos como para poder sustituir al ser humano, por mucho la mercadotecnia abuse de términos como ''smart'' para vender aparatos inteligentes. Las formas humanoides y las agradables voces femeninas del GPS o de los asistentes virtuales juegan también a crear ese falso efecto, incluso en el terreno doméstico.
A medida que evolucione, la IA podrá ser una herramienta muy positiva en todo tipo de sectores (industria, servicios, medicina...), sin olvidar que igualmente contiene peligros potenciales que la pueden hacer muy negativa, y por eso la responsabilidad debería acompañar a su desarrollo. ''Debería''... Hay industrias en especial, como la militar, donde cabe ser más que escépticos...
Que los coches sean más o menos inteligentes es algo que no debería preocuparnos mucho; salvo a los que tienen vocación de fitipaldis, claro, porque pronto comenzarán a perder prerrogativas. Otra cosa son las Alexas de la casa, que ahí es donde está el problema de dimensiones desconocidas: ¿hasta dónde llega su conocimiento de lo que ve y oye?
En fin, paciencia.
@ Joaquín:
Desde luego, a mucha gente le vendría bien una buena dosis de inteligencia, artificial o de la que sea, a ver si espabilaba
@ doctor Krapp:
Es uno de los dilemas clásicos de la ciencia ficción, quizás seamos capaces de crear inteligencias más coherentes que nosotros mismos.
@ Rodión:
Con mi optimismo natural imagino que estas inteligencias serán de gran ayuda en el futuro, pero en gran parte dependerá de cómo las diseñemos. Desde luego, en el campo militar dan mucho miedo.
@ Rick:
Eso sí es meter el enemigo en casa. Si ya bastante nos espían desde el móvil o el ordenador encima pagamos para poner un micrófono
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